viernes, 6 de febrero de 2009

eMaristak

Desde hace dos años, en MARISTAK estamos tratando de poner en marcha una plataforma MOOD LE que nos permita dar forma a uno de los elementos clave en educación, el autoaprendizaje. La posibilidad de organizar los contenidos, de dotarlos de vida (videos, grabaciones, ppts con voz, ....), de plantear tareas de autoevaluación, ...., es inmensa y las competencias que tiene que tener un docente para poder hacerlo son asequibles.

Es cierto, todo esto necesita de una fase de preparación de material, pero por encima de todo esto requiere un cambio de rol en todos los procesos de intervención en el aula.
La inercia del sistema educativo, nos lleva a sentirnos muy cómodos impartiendo una clase delante de una serie de individuos, trasladando una información y haciendo que por lo menos estén quietos. La realidad es que cada vez nos atienden menos (por lo menos a mí), tienen menos capacidad de mantener la atención y si la explicación se desarrolla en un aula con ordenadores os invito a que pongáis espejos en la pared de atrás. Aún así, somos reacios a plantearnos otra forma de hacer las cosas.
La oportunidad que se abre con la utilización de plataformas tales como eMaristak, reside en que el alumnado lleva las riendas de lo que está aprendiendo, lo puede hacer en clase o completar desde casa, podemos hacer el kit básico y el kit de refuerzo, podemos generar herramientas de comunicación muy interesantes (foros, chat, mails, videoconferencia, pizarras, ....) y lo más interesante, el tiempo de trabajo en aula, mientras el alumno está aprendiendo, el profesor se dedica a educar, educar como guía, educar como presencia cercana a cada alumno que lo solicite. Esto se puede hacer porque el proceso de enseñanza se hace sólo, que me graben una clase magistral un día y no tengo necesidad de volver a repetirla personamente (salvo que mi ego lo necesite).

2 comentarios:

Julen Elgeta dijo...

De acuerdo pero todo esto tiene su ración de paradoja. Por una parte, el contenido tecnológico inmerso en el cambio es, si no mínimo, asequible para la persona. El contenido intelectual es también mínimo, es decir, se entiende sin problemas el nuevo modelo de funcionamiento. Entonces ¿por qué cuesta tanto? Por ejemplo, el caso de un profesor que quiere asumir ese cambio, que tiene ganas, que controla el aspecto informático, que sabe de mapas de aprendizaje, que incluso tiene tiempo... Sin embargo, le cuesta, no puede lograr terminar la vuelta, y si lo logra no es capaz de mantenerlo, y si lo mantiene es por poco tiempo. Y vuelve al viejo método.
¿Dónde está la clave entonces?

En el alumno. Otro día seguiré con él.

Anónimo dijo...

Come mucho tiempo el preparar el E-learning, encima hay que ser creativo con los diferentes softwares que puedes llegar a encontrar para este tema. Mucha gente me dice que tenia que haber estudiado informática, pero entonces seguro que odiaba los ordenadores como odio las maquinas- herramientas, jajajaj